viernes, 3 de agosto de 2012

Experiencia Coaching Ontológico


Del coaching ontológico, coaching de vida, o coaching coercitivo.

Este blog surge después de  haber tenido una experiencia con un grupo que se dedica a dar cursos de superación personal. Coaching ontológico ellos le llaman.

Una persona muy cercana a mí, al enterarse de la situación, se preocupó, había escuchado de estos cursos,  y todas las referencias que tenía eran negativas.

Eso es un lavado de cerebro, eso es una secta, es control mental, manipulación y un largo etcétera que me daba medio. Yo no lo sentía así.  Si algo podía decir es que me sentía de maravilla.

Me mostro información y descripciones del curso, investigaciones de otros países, noticias y más.
Y con toda esa información frente a mí, la ignore invalidando todo lo que me mostró.

En ese momento sabía que me sentía muy bien. Algunas de las evidencias parecían muy cercanas a lo que estaba viviendo, otras de plano me parecían ridículas y otras más sentía que lo único que buscaban era notoriedad.

Después de haberme sentido mejor que nunca… vino la decepción. Afortunadamente no tuve ningún tipo de desorden o desajuste psicológico severo. No me quede enajenado con el grupo, pero si tuve que trabajar en el manejo de las emociones y alejarme un poco de la idea de “generar” que se estaba volviendo una actitud narcisista y egocéntrica, de la misma forma trabajar con todos los términos aplicados en el curso, que sólo funcionan en ese ambiente (cerrado y controlado)

Hubo gente que aleje de mi. Hubo gente que no me pudo entender, hubo gente a la que yo ya no entendía.

Hoy escribo porque alguien del trabajo me ha invitado a tomar un curso que mejorará mi vida. Esto trajo muchos recuerdos.  Y al buscar información al respecto me encuentro con el doble de información (yo tome el curso hace 2 años) y el doble de confusión. Gente asustada por algún familiar o novio. Gente enojada por sentirse engañada o timada. Gente que defiende a los cursos como lo mejor que ha pasado en sus vidas. Gente que insulta y no tolera.

Al ver a esta chica tan emocionada con el curso me sentí mal, quise advertirle, darle un consejo. Solo se dio la media vuelta y hasta la fecha podemos hablar de casi cualquier cosa menos del curso.  Hasta ese momento entendí lo que habían querido hacer por mi y como yo tuve la misma reacción.
Con la perspectiva del tiempo, me voy a dar a la tarea de compartir “mi experiencia” esperando que alguien pueda encontrar un pequeño consuelo, a lo mejor una opinión más centrada,  o tal vez algo de coherencia, o una opinión que pueda  ayudarlos a tratar de encontrar una respuesta.
Trataré de ser lo más objetivo posible, hay cosas de las que ya no me acuerdo, hay cosas que todavía tengo muy presentes y hay cosas de las que se me dificulta hablar.

Notas aclaratorias

De todos los datos e información que he encontrado hay una variable que es la que considero más importante de todas y la que genera más confusión la de la “experiencia personal”. La gente que habla bien del curso es porque le fue bien en su experiencia. La gente que habla mal es porque esa fue “su experiencia”

Considero muy importante dejar en claro una cosa. Eso es totalmente cierto hay gente que se siente muy bien, otras no tanto y otras acaban muy mal. Y eso es muy difícil de predecir.

La situación aquí muy importante de señalar es que esa supuesta “experiencia personal” se basa en un modelo que no es personal, que está diseñado para tratar a todos por igual y que persigue un mismo objetivo.

Parece ser que hay muchas empresas que se dedican a lo mismo, basta con dedicarle un poco de tiempo para descubrir muchos puntos que tienen en común:

Cursos divididos en tres partes. (Algunos ofrecen cursos extras y/o maestrías)

Todos con coachs certificados (la mayoría de las veces por la misma empresa o por alguna asociación de la que ellos mismos son fundadores o socios)

Todos con cursos que son vivenciales que no te pueden platicar o explicar antes de tomarlos.

Todos por invitación de un familiar o un conocido (esto se explica porque es la meta más importante del tercer curso) que es “enrolar” si no metes a las personas  a las que te comprometiste simplemente no te gradúas. Esto nunca te lo van a decir, y tampoco puedes decirlo si sucede.

Cada quien habla como le va en la feria es muy cierto, pero si te llevan con engaños y mentiras ahí es donde cambia todo.

Por otro lado he encontrado descripciones del curso muy variadas, todas toman las dinámicas más controversiales, algunas parecen exageradas, otras muy dolorosas y algunas que parecen tontas. Yo voy a tratar de platicar mi curso pero mentiría si dijera que me acuerdo al pie de la letra de todo lo que pasó, es tanta información en tan poco tiempo de manera tan abrupta y sin comer y dormir bien que muchas cosas se olvidan o están borrosas, sólo al releer algunas descripciones del curso me encuentro con detalles que había olvidado.

No voy a hacer un análisis de todas las dinámicas, sería incorrecto y poco profesional de mi parte pues no soy un especialista de la salud mental, si de verdad es mucha su preocupación sugiero impriman la información y hablen con algún especialista (psicólogo o psiquiatra) Créanme, les ayudara a entender muchas cosas, si son personas que tomaron el curso y se sienten mal un profesional les puede ayudar, toma tiempo y no es tan emocionante como el curso, pero es una ayuda seria, profesional y sobre todo personal.

Si son familiares o parejas de alguien que está tomando el curso, les va a ser un poco más difícil. Hacer entrar en razón a una persona que está tomando el curso no es nada fácil. Se nos hace sentir tan bien, y la gente de afuera solo tiene reproches, como mecanismo de defensa preferimos a los que nos hace sentir bien que a los que no.

Incluso se nos puede pedir a los participantes un distanciamiento de esas personas “por no poder entender” lo que estamos logrando. Cuando yo expuse mis dudas, sobre lo que me comentaban la única respuesta que se me dio fue:
Por el momento no pienses en eso, no pretendas que te entiendan, si es necesario ten un ligero distanciamiento mientras tu resuelves tu vida, después puedes invitar a esa persona a que se de cuenta de lo que pasa y solo así te podrá entender.

Y es que no puedes comentar nada de lo que pasa ahí dentro. Es el contrato que haces contigo mismo, es tu palabra y créanme, se encargan de hacerlo parecer la cosa más importante del mundo. Muchas cosas no las platiqué por ese motivo, otras simplemente porque no las entendía muy bien y otras porque al tratar de hacerlo (mi pareja fue la primera) se asustaban o sacaban de onda.

Si ese es su caso traten de escuchar a las personas, denles su apoyo, y no las presionen. Es muy difícil entenderlo pero es cierto.

Para leer la descripción completa sugiero estos dos links que creo son las fuentes más completas que he encontrado hasta ahora:


Donde viene la descripción del primer curso muy completa (la única diferencia es que el curso esta divido en 5 días (en el mío fueron cuatro) y que a nosotros se nos asigno buddy (compañero) desde el primer curso (en muchos parecen hacerlo a partir del segundo)
Y:


De una página en español donde vienen igual descripciones muy exactas de lo que pasa.


Como llegue al curso.

Mi vida pasaba sin mayor preocupación, tenía un trabajo, pareja, amigos. Nada espectacular pero tampoco alguna situación que me mantuviera angustiado o sintiéndome mal. Tenía problemas como cualquiera, diferencias con la familia, peleas con la novia, enojos en el trabajo. Vamos era una vida común y corriente.  ¿Que aspiraba a más cosas? Por supuesto, ¿quería mejoras en mi vida? Claro que si, como cualquiera espera seguir creciendo en la vida.

En esos días recibí una llamada de una ex compañera de la universidad. Platicamos un rato, nos pusimos al corriente y quedamos de tomar un café por los viejos tiempos. En la fecha acordada después de un rato de platica y verla muy contenta (de esa felicidad que parece de comercial) Me soltó la invitación. Me dijo que si no me gustaría tomar un curso que me ayudaría a cambiar muchos aspectos de mi vida. A mejorar como persona y como ser humano.  Al principio creí que era una cosa tipo el club de los optimistas. Referencias solo de tv, como aplausos y presentaciones tipo hola me llamo x y esta es mi historia. Algo que me parecía medio tonto. Me dijo que me diera la oportunidad de vivirlo, de experimentar, de generar un cambio en mi vida (todo este lenguaje es de los cursos, te lo aprendes al pie de la letra)

Parecía muy interesada y por no querer ser descortés acepte ir a lo que ellos llaman una noche de invitados.
Un día entre semana llegué al edificio de dicho curso.

Habíamos unas 30 personas todas llenamos una forma. Esta tenía preguntas como ¿qué te gustaría mejorar de tu vida? ¿Cuáles son tus sueños? ¿Cuáles son tus metas? Preguntas que parecen motivacionales y solo eso. Entramos a un salón nos pusieron stickers con nuestros nombres y nos dieron una plática de cómo mejorar nuestras vidas “estirando nuestra caja de creencias” y como todos nos limitamos por creer que hay cosas que no se pueden cambiar cuando todo está en nuestra mente. La oradora era una mujer muy bien arreglada, parecía atractiva y muy segura de sí misma. Nos dio un par de ejercicios a realizar en pareja, hablar de nuestros sueños, de nuestras metas, de cómo romper las barreras que nosotros solos nos creamos, hablo un poco de coaching ontológico y pnl. Fue hora y media donde parecía que esta persona realmente se preocupaba por escucharte y ayudarte. Al finalizar la plática nos dieron formularios para llenar la inscripción del primer curso. Este curso nos dijeron consistía de 4 días de intenso trabajo en el que encontraríamos nuestra esencia, lo que nos hace ser como somos, y como esto nos ayudaría a mejorar nuestras vidas.  Todo parecía muy bien, pensé lo único que puede pasar es que esto sea una tontería y hasta ahí. Que no me guste y ya, nunca creí que fuera más complejo que eso.

Algo que casi hizo que no tomara el curso fue el precio: $4,000 por un fin de semana. Me pareció demasiado caro.  Trataron de convencerme a como diera lugar, que lo viera como una inversión para mi, que no pusiera pretextos, que el dinero va y viene. Que mejor que utilizarlo para algo que iba a mejorar mi vida, que si no quería realizar mis sueños. Todos parecían buenos argumentos, pero la realidad no estaba dispuesto a pagar tanto dinero.

El curso estaba programado para empezar el fin de semana siguiente.  Durante esa semana me hablaron un par de veces para tratar de convencerme, me ofrecieron un descuento, me ofrecieron pagarlo por partes pero la verdad no estaba interesado. Para el martes de la siguiente semana me vuelve a hablar mi compañera de la universidad para decirme que ella está tan segura de que el curso me va a servir que ella me lo va a regalar, que no me preocupe por el dinero porque ella en este momento le esta yendo bastante bien y que lo mejor que puede esperar es que este curso en verdad me ayude a ser una mejor persona.
En ese momento estaba desconcertado, nadie te regala así el dinero, nadie te paga algo nada más por buena onda, pero sentía que ella me decía la verdad y también me había quedado con la curiosidad. ¿Tan bueno sería el curso? Acepté y lo tomé.

Llego el jueves del inicio, habíamos unas treinta personas.  Todos firmamos una especie de inscripción con metas que queríamos alcanzar, comprometernos a no revelar las dinámicas del curso, afirmar que no habíamos tenido algún desequilibrio psicológico y no hacer responsable a la empresa por cualquier daño o prejuicio hacia nuestra persona.

Llegamos y la música de odisea al espacio esta puesta (hasta la fecha la música me produce escalofríos) Esa canción siempre estará al principio, si deja de sonar y no has llegado, te lo van a reprochar y muy fuerte.
Se nos hace hincapié en el compromiso, en nuestra palabra, en dejarnos ir, nada de alcohol, drogas o tabaco. Cumplir al 100% las reglas, no hablar si no te dan la palabra, participar en todas las actividades, ir con una actitud abierta y de compromiso. Estirar nuestra caja de creencias, dejar a un lado prejuicios. En fin toda una retórica para cumplir con todo lo que te digan. Muchos defienden el punto que nadie te obliga a hacer algo que no quieras, eso es en parte mentira. Si bien es cierto que en cualquier momento puedes abandonar el curso o no participar en alguna actividad, eso lo van a usar en tu contra para hacerte sentir culpable. “Como siempre en tu vida” “Por eso no avanzas en la vida” “¿Que te estás generando?” Son las frases que más utilizan para tratar de hacerte cambiar de parecer. De alguna manera puedes no estar de acuerdo, pero logran convencerte.

Yo trate de salir del curso después de un ejercicio de simulación con los padres. Mi padre había fallecido para ese entonces, si bien en su momento fue doloroso, fue una situación que maneje bastante bien. Me dolía claro y a veces lo echaba de menos pero nada que me tuviera atorado. Me hicieron repetir una y mil veces un ejercicio en el que mi papa me hubiera obligado a hacer algo que yo no quería. Nunca sucedió algo así, pero le dieron vueltas al asunto tantas veces que terminé por recriminarle a mi padre cosas absurdas en las que yo supuestamente había sido víctima y me había sentido mal y así cerrar el ciclo con mi padre. Lloré como nunca lo había hecho, creo más de enojo que otra cosa. Lo comente y me disponía a no continuar y no me dejaron, me empezaron a recriminar, a decir que si no quería cumplir mis metas y un largo etc. Que considerara el regalo que me habían hecho. Lograron convencerme y es fácil de entender hasta mucho tiempo después, te infantilizan de tal manera que crees que el coach tiene una autoridad intelectual y moral superior a la de cualquiera y acabas haciendo lo que te dicen.

El mejor ejemplo de eso es el juego rojo-negro. Te ponen en equipos y tienes que escoger el color ganador, votar con tus compañeros y ganar a como dé lugar. Como te dividen en equipos piensas que estas compitiendo, grave error, es solo para crear confusión, en realidad tienes que trabajar con esos otros equipos para en conjunto ganar el juego, pero tanto tu equipo como los otros están pensando en ganar, al final todos pierden y viene la reprimenda. Todos somos unos egoístas por eso hay conflictos y guerras y no sé qué más. Te hacen sentir la persona más egoísta del mundo  y no puedes hablar con nadie  (porque te piden una hora de meditación en la que no hables), eso lo hacen al final del día nadie se despide, nadie habla, nadie comenta nada. Hasta ahora me hace sentido, no nos dejan hablar para no intercambiar puntos de vista, si lo pudieras hacer te darías cuenta que el juego está diseñado para que eso pase desde un principio, pero como no lo puedes comentar te quedas con un sentimiento de culpa muy grande.

Ese fin de semana te va a servir como participante para:
Encontrar a mi buda (que el destino pone en tu camino y es idéntico a ti según su explicación) Comentar experiencias dolorosas de tú  pasado, con padres, hermanos, ex parejas y pareja actual. Todo mundo se entera, tu buddy te conoce mejor que tu mejor amigo de la vida real. Realmente crees en esa conexión, pero si te hacen hablar de todo frente a todos es difícil no sentirse en comunión, al final tu los conoces igual, parece que todos estamos unidos, la realidad es que este tipo de confesiones masivas solo generan dependencia con el grupo, aquí todos me escucharon y nadie me juzgo, nadie me recrimina, todos me entienden. Todos parecen amarme de manera incondicional, todos me entienden tan bien como yo a ellos.

Todo lo que te duele, casos en los que fuiste “victima” los aprendes a ver desde otra perspectiva.
Sales con la convicción de actuar bajo “responsabilidad”  esto significa que todo lo que pasa en la vida uno mismo se lo genera y en consecuencia se actúa como uno decide.

Te sientes en armonía con todo mundo (suena exagerado pero es la verdad) Y al final en la graduación del primer curso acabas abrazando a todos (eso es votar un cuatro, el uno es no mirarse, el dos es mirarse, el tres es darse la mano y el cuatro es un abrazo) Todos al final votan el cuatro y por eso la señal con la mano, obvio tu familia te ve posando para la foto y te preguntan que es la seña con los cuatro dedos y no lo dices, que ellos lo vivan, crees que va a ser igual de efectivo para ellos.

Te recibe tu familia y estas vestido en excelencia, ya te vendieron el segundo curso para dentro de una semana y tu familia te ve raro porque parece que todos están en éxtasis. No puedes dejar de llora y reír al mismo tiempo. Tienes frente a ti a las personas más importantes de tu vida, de las que pudiste haber echado pestes pero están ahí para ver como ya eres una mejor persona.

Antes de finalizar te dicen que puede que te sientas eufórico y melancólico, como flotando. Que es normal que pase porque estas “en tu esencia” y regresar al mundo real de golpe es difícil pero es normal.

Segundo curso.

Antes de empezar vas a tener una junta aclaratoria, donde te medio preparan para lo que estas a punto de experimentar. Te dicen que es muy fuerte, que te puedes enojar, incluso sentir enojado con el coach pero todo es parte del avance. Este es más caro que el primero pero ya te sientes convencido de todo lo que vas a lograr. Te pedirán que te hagas cargo de tu buddy para que no abandone el curso, es tu responsabilidad y lo tienes que cuidar.

Al comenzar el segundo curso nadie te va a dirigir la palabra, y después de 20 o 30 minutos de no hacer nada llega el nuevo coach a recriminarte. Que perdemos el tiempo, que no sabemos hacer nada de nuestras vidas si no nos dicen que hacer, que por eso estamos como estamos. (Contradictorio pues en el primer curso si no estabas callado y listo venía la reprimenda y ahora te dicen lo contrario)

En ese momento te das cuenta que ya no están todos los que empezaron, algunos deciden no continuar, pero los motivos no sé discuten. El coach los definirá  como personas que “como siempre en sus vidas” no son “responsables” o que no están preparadas para hacer el cambio completo. Se ven como inferiores o perdedores por no seguir y no comprometerse.

En esta segunda parte, una de las misiones es asegurarte que tu buddy cumpla sus compromisos. Que llegue puntual, que participe y no abandone el curso. Si tu buddy falla, tu fallas, si decide abandonar tú tienes que salir. Mientras lo estás haciendo crees que solamente estas dando apoyo moral, la realidad es que en el curso tienen que asegurar la estancia de los participantes. Te preocupas porque si tu buddy piensa en abandonar, tú no podrás completar el curso y eso genera angustia.

Se hacen más dinámicas de regresión, de imaginería guiada, de meditación. Ejercicios que pretenden hacerte ver que tú y solo tú eres responsable de todo lo que pasa.

Vuelven también las dinámicas con los padres, de nuevo el llanto y las recriminaciones.
Los tres ejercicios que considero son los más significativos son el contrato, el titanic y el estiramiento.

Para el titanic hay que tener en cuenta una cosa primero, ya estas acostumbrado a leer los nombres de los otros compañeros en el sticker que traen en el pecho. Para esta dinámica que se hace después de un receso donde te piden que te lo quites regresas sin nada que te identifique.
Empieza la dinámica vas en un barco y de repente choca y se empieza a hundir, te dan palitos que simulan salvavidas. Tú decides a quien quieres salvar tu incluido. Y les tienes que decir…Fulanito (por nombre) yo decido  salvarte o fulanito eres tan insignificante para mí que no te puedo salvar. De muchos no te vas a acordar ni del nombre. A otros los decides salvar y te quedas sin palitos pero alguien más te salva, otros salvan a una o dos personas y a ellos mismos.

No importa la decisión que tomes, siempre va a estar mal. Si te salvas eres un egoísta que no piensa en los demás, si te sacrificas, eres un dejado que no se preocupa por si mismo (sin importar que alguien más te haya salvado) Si tienes muchos palitos porque muchos decidieron salvarte siempre tienes que ser el centro de atención, si recibes poco s tienes que darte cuenta lo insignificante que eres para el mundo. Cualquier resultado lo usan en tu contra. Cualquier decisión que tomes está mal y el coach se asegurara de hacértelo ver.

Si mueres en la dinámica tienes que vivir tu funeral simbólico donde te despides te todos tus seres queridos.
Si te salvas te despides de todos tus seres queridos que “murieron” por haberte salvado tu.
Es uno de los momentos más difíciles del curso.

Para el contrato tienes que estar en traje de baño (mujeres de dos piezas y hombres en bañador corto) esto porque supuestamente tienes que aprender a quererte como tú eres sin importar los defectos físicos que creas tener, para esto ya hiciste un dibujo de tu cuerpo desnudo donde señalas cuales son las partes que no te gustan. Se van a discutir en grupo y te vas a aprender a burlarte de esos defectos enfrente de todos. Después firmaras tu contrato, en este declaras la persona que eres “honesto valiente y amoroso” y frases por el estilo. Pero ojo ese contrato personal solo lo redactas hasta que el coach lo aprueba, tú no decides las palabras, te van dando sugerencias y sugerencias hasta que terminas escribiendo y declarando lo que el coach dice.

Después viene el estiramiento 

Para el estiramiento ya después de haber firmado tu contrato, vas a hacer una representación de lo que eras antes y en lo que te has convertido. Es, si lo quieren ver de esta manera, una metáfora de lo que eras antes y lo que vas a ser ahora. Me acuerdo de dos chicas. Una era monja (por ser muy recatada) y se convertía en stripper (para demostrar su libertad) Otra era yogurt (por que se descomponía en el refri sin que nadie la viera) y se convertía en….Stripper(para que todo mundo la notara) A un compañero no recuerdo que era antes pero le toco ser mariposa (por eso de entender la belleza) y a mi de tipo duro y cerrado (por todos los cuestionamientos que hice del curso) me convertiría en bailarín de ballet (para entender la armonía de la música y sentir las emociones)

Nos aclaran que todo es en un ambiente de respeto y de confianza, que no existe morbo ni nada parecido. Y lo crees, pero están tocando fibras muy sensibles, incluidas la sexualidad. A la chica que fue monja le costó mucho trabajo hacer su performance. La que fue yogurt hizo un espectáculo demasiado explícito. Ya no regresó al día siguiente.

Para mí, sin lugar a dudas, ha sido el momento donde más ridículo me he sentido. Si algo aprendí de eso… fue a decir no cuando no quiero algo y no ceder de manera tan fácil.

Para el último día te piden tu visión de México para compartirla con extraños en la calle (sirve de preparación para el enrolamiento, en esta ocasión solo hablas de tus sueños de un México mejor, en el futuro servirán para cumplir tu meta de enrolamiento)

Te venden la tercera parte del curso y de la misma forma tienes una graduación donde te reciben tus familiares.

Una cosa de la que hasta ahorita me puedo reír, pero que en su momento la tome muy en serio, es que el coach te dice que ya estás en todo tu potencial, pero no te puede dejar así porque el mundo no lo entendería y entonces te dejara en un estado previo (en el que ya estabas) para que puedas funcionar en sociedad.

Tercer curso

La parte más difícil emocionalmente hablando ya pasó. Para ese momento estas “programado” para repetir frases. Estar con el nerd, generar, el universo conspira, actuar bajo responsabilidad, te mando un 4, ¿qué es lo que quieres? Son las frases que utilizas incluso cuando hablas con gente que no estuvo en el curso. Vienen entonces las preguntas y tus repuestas son vagas… por qué no puedes hablar del curso ni de las dinámicas. Lo de votar un cuatro no lo quería decir cuando solo significa un abrazo. Estaba empecinado en que si querían saber tomaran el curso (yo lo veía como una especie de revelación)

Mi pareja para ese entonces empezaba a molestarse más de la cuenta.  No le podía comentar nada, sus preocupaciones (en las que siempre le había mostrado apoyo) ahora eran indiferentes para mi (porque yo no me quería “generar” esa angustia, yo “decidía” sentirme bien) En algún momento pensé que no estaba al mismo nivel que yo.

Te vuelves un poco soberbio, y te es fácil descalificar a las demás personas (lo mismo hicieron con uno mismo durante los cursos) pero estaba decidido a continuar porque emocionalmente me sentía bien y no podía esperar a lograr todas mis metas.   

Para el tercer curso que dura tres meses primero vas a llenar tus compromisos, (contrato incluido) en este vienen metas personales, familiares, de comunidad y de enrolamiento.
Las personales son cambios que quieres de tu vida, familiares (cambios en la familia) de comunidad (organizar una colecta para ayudar a una beneficencia) y las de enrolamiento (en cuantas personas quieres “generar” cambios extraordinarios en sus vidas)

Como traes todo ese sentimiento de bienestar crees que todo mundo debería tomar los cursos. Para el apartado de enrolamiento empiezas a soltar números, que sean 3, 5, cada quien 10. Y todos los que participamos estamos bajo la creencia de querer ayudar a las personas.

Yo ya tenía todas mis metas trazadas y me disponía a cumplirlas. Los fines de semana  igual tienes reuniones donde haces dinámicas de los cursos pasados. Son mucho más leves, sirven para reforzar todo lo que viste. Haces llamadas con tu guardián (así se llamaba el que estaba a cargo de nuestro grupo pequeño) y tenias que estar en contacto constante con tu grupo. Para motivarlos,  para saber que seguían comprometidos.

Esta fue la parte que más impacto tuvo en mi vida familiar y de pareja. Tenía que estar disponible para el grupo, era lo más importante. Podía cancelar cualquier cosa (que según ellos no era tan importante como convertirme en líder) menos las reuniones con el grupo. Contestar y llamar a la hora acordada. Mostrar apoyo a los demás compañeros. Estar al pendiente de reuniones, minutas, etc.
Reuniones, fiestas, citas con mi novia, todas pasaban a segundo plano. Pues no estaba generando nada con ellas. Creí que al final todo se iba arreglar cuando cumpliera mis metas (al mejorar yo como persona, todo lo que me rodeaba iba a mejorar también)

Todas las metas que había trazado se volvieron insignificantes para el grupo cuando se trataba de enrolar, te podías trabar en cualquier meta menos en esa, podías no tener avance en ninguna pero no en la de enrolamiento.

Para el final todo se vuelve enrolar (que es muy difícil, a algunos les suena bien el curso pero no el precio, a otros les parece una tomada de pelo, otros se pueden burlar, algunos aceptan que son los menos, pero tú tienes que enrolar)

Y como premio es un retiro del último fin de semana, llegas a este si cumples todas tus metas, pero la única que realmente importa es la del enrolamiento.

Yo no logré cumplirla… ¿la razón? A la poca gente que le intereso no estaba dispuesta a pagar el precio. Se me dio como alternativa pagarlos de mi bolsillo, darles un regalo. Y lo hubiera hecho de haber tenido el dinero, pero nadie fue para prestármelo. De ahí me dieron de baja, ya no iba a ir al retiro. No me había comprometido lo suficiente. Ya no había opción de seguir trabajando en mis otras metas, al menos no con ellos.

Y que tal vez debía volver a cursar los primeros dos niveles de nuevo para aprender el proceso porque al parecer lo había hecho mal (curioso pues según esto el avance se mide cada que pasas al siguiente nivel)

Ya no supe de mis compañeros, después de un tiempo alguno me contacto mucho tiempo después para invitarme de nuevo al intro (el ya estaba de staff y planeaba ser coach)

De mi buddy tampoco supe nada, le intente hablar un par de veces pero ya no contesto el teléfono.
Al final todo mi fracaso de acuerdo con el grupo se midió por las personas que no pude enrolar.

Supongo pues que no sirvo para eso.

¿Cómo está mi vida ahora? Tengo un mejor trabajo, una nueva relación de pareja. ¿En algo me ayudaron los cursos a conseguirlo? No tengo idea. Pero poniendo las cosas en una balanza, sacrifique muchas cosas por dos fines de semana de bombardeo emocional. Me sentí muy bien… sí pero no justifica un esquema piramidal donde lo más importante es vender cursos.

Si tienen alguna duda o lo que sea pueden escribirme.

Saludos